ALBACETE.- La Audiencia Provincial de Albacete ha impuesto tres años de cárcel para el hombre que puso sosa cáustica en los pantalones y el pintalabios de su esposa, después de que ella le anunciara su intención de separarse, lo que provocó lesiones por quemadura en piernas, glúteos y labios de la víctima.

La sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia, conocida hoy, considera a dicho varón, cuyo nombre responde a las iniciales P.A.M.D., de 45 años, culpable de un delito de lesiones y, además de los tres años de prisión fija, le condena a pagar una indemnización de 15.949 euros a la mujer por las heridas y las secuelas. Asimismo, establece cuatro años de alejamiento con la víctima, mientras que el fiscal pedía inicialmente cinco por estos hechos que tuvieron lugar el 14 de agosto de 2013.

El fallo señala que la pareja llevaba casada 17 años, convivía en el mismo domicilio junto a sus dos hijos, menores de edad en el momento de los hechos, y pasaba por una "crisis matrimonial", con un ambiente "tenso y crispado". Tres días antes de la agresión, el 11 de agosto, hubo un episodio de amenazas del marido a la esposa, a la que dijo "me vas a obligar a hacer algo que nos va a doler a los cuatro", en referencia a ellos dos y los hijos.

El tribunal considera veraz el testimonio de la denunciante y señala que el condenado puso sosa cáustica en una barra de labios que la mujer utilizaba, y otro producto cáustico "con igual poder abrasivo" en los bolsillos posteriores de un pantalón vaquero "que pocos días antes ella le había dicho que se iba a poner".

Aquella mañana del 14 de agosto la mujer se puso los pantalones vaqueros "y se marchó de casa, junto con su hija pequeña, con la intención de tomar un café con unas amigas" pero al llegar al bar "empezó a sentir calor y la parte superior de las piernas y glúteos le picaba y quemaba".

Regresó a la vivienda, "donde se quitó los pantalones, se lavó y llamó por teléfono a su madre, llorando y diciéndole que le había quemado". Mientras se preparaba para acudir al hospital, la mujer utilizó la barra de labios, "por lo que nada más ponerse el carmín empezaron a escocerle" y, aunque se lavó inmediatamente, se le cayó la piel superficial, indica la sentencia.

Finalmente, el fallo judicial subraya que el hombre actuó después de que su esposa le anunciara que quería divorciarse, una decisión que él no aceptaba.